5 de junio de 2013

Una etnia llamada Pomo


Septentrión.
A manera de introducción.
Como la vida misma, que deja vestigios de nuestro devenir sobre la corteza terrestre, la cultura de los Pomo se ha desvanecido en gran parte y permanece en una menor escala. Su historia se encuentra permanente vinculada a la tierra que la vio tanto nacer como desarrollarse y que hoy conforma el estado de California en los Estados Unidos de América.

Como es común en innumerables y diversos grupos étnicos, la historia de los Pomo es explorada en un porcentaje considerado medio-bajo, ya que los procesos naturales, los enfrentamientos intertribales, la época colonizadora y la expansión del hombre blanco son tan solo algunos de los factores que afectaron y deterioraron la permanencia del pueblo pomo.

Quienes aún conservan sus razgos culturales Pomo, han establecido una resistencia a la extinción racial con apoyo en estudios antropológicos, movimientos de la sociedad civil y la consecución de zonas reservadas para el aprendizaje y concientización a través de campamentos, por citar algunos ejemplos.

Hoy en día se conoce gracias al último censo étnico realizado en mil novecientos noventa, que actualmente sobreviven unos cuatro mil novecientos habitantes Pomo en el territorio de los Estados Unidos de Norte América.

Existe información derivada de análisis realizados con técnicas de Carbono Catoce a objetos elaborados por tribus nómadas que fueron encontrados en la región del actual Clear Lake y que datan de entre de cuatro mil a ocho mil a años, lo que da lugar a establecer los pueblos Pomo habitan ahí desde por lo menos ocho mil años.

El apelativo Pomo o Poma (que se suele utilizar como sinónimo), es el mismo con el que ellos se autodenominan y significa gente. En estas tribus, por lo general se ha utilizado la denominación Pomo seguida del nombre de la región de donde provengan para delimitar su identidad ya que se tiene conocimiento que al menos en el año de milochocientos existían cerca de setenta tribus, con una población estimada de entre los diez mil a dieciocho personas y que utilizaban siete distintos lenguajes o dialectos intelegibles entre sí tan solo en la citada región de Clear Lake.

Algunas de las tribus conocidas desde la colonización son Bidamarek, Boalkea, Boke, Chamkhai, Chomchadila, Dahnohabe, Haukoma, Hopitsewah, Danokha, Dapishul, Khana, Khawina, Khoalek, Musalakun, Napobatin, Salan, Shiegho, Shutaunomanok, Tabahtea, Tyuga, Wenok, Yapiam y Yokaia.

Sus tradiciones más arraigadas revelan su avanzada comprensión y respecto de la flora y fauna, así como un equilibrio entre el ser humano y su poder transformador, por lo que cada uno de sus productos culturales está fabricado con base en un armonioso pacto humano-deidad.

Coyote al alba.
Origen y aspectos territoriales.

El ser humano, aunque con las nuevas corrientes tendente a negar su identidad, se encuentra continuadamente arraigado a aquel terruño a la cual se refiere como nación.

Los Pomo tienen un origen curioso ya que como muchas otras etnias, gracias a su acervo mitológico piensan que han habitado su actual territorio desde los tiempos de la creación universal.

Por otra parte, se cree que los Pomo en tratándose del aspecto lingüístico derivan de otro pueblo llamado Hokan. Dicha hipotésis es la actualmente aceptada y sostiene que cerca del año siete mil antes de Cristo, un grupo de Pomos emigró a las regiones del Valle de Clear Lake y de Russian River Valley, en donde ya habitaban otros pueblos Yuki parlantes, mismos que fueron progresivamente desplazados en cuanto a territorio y cultura. Asimismo, se cree que el nombre con que designamos a los Pomo, proviene de una variación del vocablo Poma,
que fue a su vez el nombre de una pequeña tribu de la misma etnia.

Ahora bien, aunque no se considere así con relación a otras tribus norteamericanas pequeñas, para los Pomo la delimitación espacial siempre fue un tanto restringida pues una vez que encontraron el sustento californiano, fueron partícipes del proceso antropológico que los transformó en un pueblo sedentario. Esto se debe a que no se expandieron como otras tribus
coetaneas, sino que gradualmente se confinaron en la costa del pacífico, la hoy área de la bahía de San Francisco para practicar la pesca, caza y actividades eminentemente artesanas.

Es importante señalar que los Pomo se divideron en tres grandes agregados sociales que conformaron el territorio del Norte, Centro y Sur, es decir, su terreno “repartióse” entre la costa del Pacífico al Oeste, extendiéndose a Clear Lake entre Cleone y Duncans Point.

La descentralización o del pueblo Pomo central se efectuó por factores geográficos y la convivencia habitual con los pobladores Yuki y Wintun parlantes. Los lagos interiores fueron importantes centros religiosos y de sustento económico. Gracias a la Costa Miwok y las fronteras de Sebastopol, hay evidencia de viajes e intercambio entre diferentes etnias.

Los Coyotes Californianos
Cultura Pomo.

Cualquiera puede hacerse un planteamiento lógico al tratarse de los Pomo y sus diferencias aún entre miembros de la misma etnia, ¿Cómo es que se consideran un mismo grupo? Pues bien, la respuestaresulta un tanto lógica y nos aproxima a los razgos definitivos de la raza Pomo.

Si bien es cierto que hablan distintas lenguas, comparten ciertas raíces lingüísticas y tradiciones que vinculan sus tribus al grado de que periódicamente se reúnen para celebrar festividades, realizar intercambios económicos, danzar y tener banquetes.

Antes de la llegada de los colonizadores europeos y asiáticos, los Pomo no tenían permitido matar más animales de los que necesitaban para su sustento familiar, ni disponer o pretender disponer de tierras accesorias a las que se les daban por parte de los jefes de las bandas porque consideraban a sus villas como el “dentro” y lo salvaje como “fuera” de su territorio, lo cual denota su inmenso respeto por la vida salvaje y la propiedad de sus comunes.

Entre las artesanías de estas tribus encontramos aspectos sorprendentemente afines. Esto lo encontramos materializado concretamente en la manufactura de las canastas por las que son mundialmente famosos, ya que se reconocen técnicas de elaboración, formas y hasta materiales usados idénticos o similares en grado de confusión.

Además de practicar la pesca, agricultura y caza, los Pomo son grandes y dedicados artesanos. Es de llamar la atención de cualquiera el detalle que imprimen en sus creaciones de vasijas, canastas y contenedores varios, los que pueden variar de una tribu o villa a otra guardando siempre similitudes entre sí, resultando en una característica cultural de la etnia en estudio.

Hoy día aún se pueden encontrar artesanías Pomo en los Estados Unidos y cuentan con apoyo principalmente de organizaciones de la sociedad civil entre gente perteneciente a los Pomo o Poma y distintos colaboradores.

Un importante acervo resguardado por el gobierno estadounidense puede ser encontrado en el Mendocino County Museum, que si biencontiene una pequeña colección, demuestra la pericia y la diversidad de estilos en la confección de las canastas Pomo.

Una segunda muestra pública de producción artesanal Pomo, está ubicada en la región actual de Eureka. El Clarke Museum, cuenta principalmente con canastas tejidas por los habitantes de los pueblos indígenas Pomo, así como de las comunidades étnicas circunvecinas de la región.

Otra exhibición interesante de otros instrumentos y artesanías de procedencia Pomo está localizada en el Lake County Museum, que tienen bajo su guarda herramientas trabajadas sobre piedra, una colección de más de trescientas canastas únicas elaboradas por los pobladores de la región, una variada colección de fotografías e imágenes Pomo y hasta una canoa de fabricación en plantas tejidas a mano. Su acervo se ha venido nutriendo desde el año de mil novecientos treinta, en el que se presentó una apertura entre el pueblo Pomo y el gobierno de los Estados Unidos de América.

Ahora bien, probablemente la colección de artefactos y productos Pomo en exhibición más relevante y con mayor valor antropológico, está localizada en Ukia, su nombre: “Grace Hudson Museum”. 

Este museo cuenta con una colección que sobrepasa los treinta mil ejemplares, que se erige principalmente con base en artefactos como canastas, estudios etnográficos, manustritos y la colección más grandedel mundo de pinturas e ilustraciones pomo. 

Algunos de los materiales bibliográficos científicos y artísticos más conocidos acerca de la cultura Pomo son los que se enlistan enseguida: 

a) The fine art of Pomo Basketery, de Brian Bibby;

b) Plantas usadas por los indios del Condado de Mendocino, California, de V.K. Chestnut;

c) Una historia común de algún lugar, de Ray Raphael;

d) Canastería indígena Pomo; y

e) De madre a hija, de Lenette Virginia Laiwa.

Varias Jaurías, misma especie.
Aspectos económico-políticos.

Como varias de las etnias indígenas norteamericanas, los Pomo se organizaban en tribus, sin embargo, el jefe de cada comunidad o tribu tenía la principal tarea de mantener el orden en virtud de que estos pueblos eran generalmente pacíficos y se dedicaban a trabajar la tierra, a la pesca y a la elaboración de artesanías. Llegaron a desarrollar un grado tal de conciencia social y de equilibrio con la naturaleza que sus vecinos de tribus diversas guardaban una relación armoniosa hasta la llegada de los colonizadores blancos de Europa y Rusia.

Aún en la actualidad, los Pomo se consideran pueblos pacíficos como consecuencia de su fuerte actividad religiosa.

Antes de la llegada de los hombres pálidos, se organizaban en comunidades pequeñas generalmente ubicadas en las planicies de los valles, a las que denominaban villas. La unidad de varias de esas comunidades o villas formaban una banda y cada villa tenía su jefe.

La villa con mayor extensión de la banda, era además la que se ubicaba en el centro y era el lugar de reunión para la celebración de rituales y ceremonias religiosas. Además de jefes políticos, contaban con curanderos y shamanes como se verá más adelante.

El jefe además de hacer guardar el orden, era el principal encargado en la banda de organizar las expediciones en busca de provisiones y de la caza, así como funcionar como mediador y autoridad en casos de conflicto de intereses entre las villas de su jurisdicción.

Además del tradicional y primitivo trueque, los Pomo estructuraron un sistema de flujo económico basado en la emisión de cuentas elaboradas con conchas marinas principalmente y caparazones de cangrejo, así como de piedra magnesita, que se labraban en forma redonda y plana, morfológicamente muy similares a un botón, que se transformaban con el uso en formas casi perfectamente pulidas y lisas. 

Para determinar el valor de estas unidades de cambio, se tomaba en consideración la distancia de procedencia; a mayor distancia, mayor valor. Así también se tomaba en cuenta si las fichas estaban mas o menos lustrosas y pulidas.

Las cuentas o “monedas” se almacenaban en cuerdas cuidadosamente producidas, en cuanto a su longitud y diámetro a manera tal de que en ellas se contuvieran determinado número de ellas y fueran fácilmente contadas y medidas al efectuar los intercambios.

Para regular igualitariamente los intercambios, los Pomo desarrollaron un sistema aritmético de contabilidad basado en las unidades de las cuentas, mismas que se tomaban y organizaban en unidades desde veinte a cuatrocientas.

En tratándose del intercambio con piedra, la magnesita era la única considerada susceptible de incorporarse al “sistema monetario” de los Pomo. Aunque a la fecha no queda claro si la magnesita tomó un papel religioso que terminó incorporándose a la economía Pomo, se sabe que los maestros artesanos desarrollaron una técnica especial con la que elaboraron canastas de mimbre y otros materiales con incrustaciones de magnesita principalmente como base de las mismas. 

Uno de los últimos grandes maestros de ese arte fue el jefe de banda e historiador William Benson, quien murió en el año de 1930 y de quien se llegaron a mostrar públicamente ejemplares de lasmencionadas artesanías. 

El Gran Coyote.
Religión.

Todos los pueblos Pomo creían en una deidad creadora de todo el universo, pero cada una daba una interpretación distinta que matizaba el aspecto cultural-mitológico, al cual le imprimieron distintas características basadas en los “roles” que desempeña el Coyote.

Como se expuso en el primer capítulo, los Pomo tenían la firme creencia de haber habitado las tierras que originalmente ocuparon desde la creación del universo. A pesar de esto, creían que hubo un tiempo muy antiguo en que los hombres y los animales convivían como iguales, que los animales podían comunicarse con los seres humanos y que ambos compartían atributos morfológicos. 

Después de esa era, los se transformaron para cambiar a las formas que tienen actualmente gracias a fuerzas supernaturales que se encargaron de dar orden y caracteres distintos a todas las cosas para poderlas clasificar.

Según las creencias Pomo, esas deidades o fuerzas místicas podían apersonarse y encarar a los hombres para poderlos castigar si quebrantaban las leyes universales que generalmente se relacionaban con temas como el nacimiento de nuevos seres humanos, el tabú de la menstruación, entre otros. 

La aplicación de los castigos por parte de esos Dioses coyotes dependían de la gravedad de la infracción, pero los más importantes consistían en causar un estado de coma o la misma muerte con solo mirar a los ojos a los delincuentes.La cultura Pomo percibía al universo como un flujo de energía y tenían una interesante concepción del mismo que explican con base en la dualidad del poder universal.

Un ejemplo claro de aquello se encuentra en su apreciación de “adentro” como una abstracción que se refería a estar adentro de la casa, en donde “casa” se refiere a la comunidad a la que pertenecen, es decir a la villa. Para contrastar ese concepto abstracto, nombramos su
contraparte “afuera” que significaba para ellos lo ajeno a la villa, lo salvaje, lo que está más allá de su territorio. 

Ese ejemplo nos lleva a deducir de nueva cuenta el fuerte sentido de pertenencia comunitaria que guardaban los Pomo entre sus comunes y el gran respeto hacia las tierras de sus vecinos; eran territoriales y pacíficos.

Como se expuso con anterioridad, además del poder político del jefe de cada banda, los Pomo contaban con chamanes. Estos líderes espirituales, generalmente de edad avanzada, eran quienes tenían la tarea asignada de invocar los poderes externos, superiores y universales
en pro del bien común, para lo cual requerían orientar el poder universal a través de la comunidad celebrando rituales místicos en los que cada elemento o habitante de las villas y tribus participaba.

Esto se explica con un razonamiento religioso sencillo, si cada miembro de la comunidad era una manifestación del poder universal y el poder universal se encuentra concentrado de manera aislada “afuera” y “adentro”, lo que el chamán debía hacer, era equilibrar esa fuerza para traer abundancia y o encausar los fines del poder de adentro.

Además de el poder de adentro que entrañaba la comunidad, se creía en fuentes extraordinarias de dicho poder. Estas fuentes se refieren al ciclo menstrual de las habitantes y a la muerte. El primero era considerado como el contacto directo de las fuerzas superiores con los habitantes adultos a través de la fuerza creadora de vida el cual era una manifestación superior y difícil de controlar de poder. El segundo como era de esperarse, también tenía un papel muy similar pero interpretado en sentido contrario.

Cuando una pareja joven tenía problemas para concebir la vida de un hijo, realizaban un ritual para invocar la ayuda de las fuerzas superiores. La mujer se sentaba por determinado tiempo sobre una de las cuatro “piedras bebés” que se le presentaban por el chamán o por otra mujer sabia. 

Después la pareja debía elevar sus plegarias mediante oraciones y hacer una especie de impresión sobre la piedra en la cual se sentó, para culminar con la práctica de relaciones sexuales en donde se suponía que deberían de concebir a su primogéntio.

Por otra parte, la muerte representaba el tránsito del alma del occiso al reino de los muertos. Durante los primeros momentos de transición, esa alma se encontraba “danzando” al rededor del cadáver y era auxiliado por el chamán para alcanzar su fin último y fatal, esto debido al carácter similar de poder superior y casi incontrolable. 

Para ayudar al tránsito vida-muerte, el poder místico depositado en los seres queridos del occiso, se controlaba y usaba como protección al guardar ayuno y luto, así como restringiendo sus actividades diarias, como ejemplo encontramos que la caza de cualquier tipo y la ingesta de carne estaban estrictamente prohibidas durante el periodo de transición.

Ahora bien, para abundar en el aspecto de respeto hacia la naturaleza y los seres humanos, tenemos que la creencia religiosa de los Pomo encontraba en las “afueras”, una basta manifestación de poder real y superior; depósitos de piedras, agua, campos y praderas, animales y árboles, entre otros eran a veces buscados por los hombres por medio de la caza, pesca, agricultura o chamanismo y a veces simplemente esas manifestaciones llegaban a ellos.

El gran respeto en que desembocaban esas manifestaciones de poder, hacían de los Pomo una cultura de intachable conducta y de estricto régimen moral. Se apegaban vehementemente a sus tradiciones y ceremonias religiosas para evitar ser castigados por los espíritus superiores.

Además de esas costumbres y rituales, cada año se celebraba la danza del fantasma, en la que los habitantes varones se disfrazaban de fantasmas cubriéndose el cuerpo con pigmentos de color blanco y danzando salvajemente por toda la villa simbolizando el paso de losfantasmas de sus antepasados.

Esa costumbre a veces tomaba por sorpresa a las mujeres y niños de las villas pues les hacían creer que eran verdaderos fantasmas. Después de la danza por toda la villa, los varones participantes regresaban a los centros ceremoniales en donde hacían sonar numerosos cascabeles de víbora, tragaban fuego y tomaban carbones incandecentes en sus manos y bajo sus pies. Para celebrar a la muerte, también realizaban un ritual peculiar en donde se “codeaban” con la deidad que gobernaba el reino de los muertos, Kuksu. 

Esa ceremonia tenía una duración continua de 6 días al año. Aquí también los hombres personificaban a otras deidades con disfraces distintos danzando. Para iniciar a los varones jóvenes de la comunidad, se les hacía una especie de burla para traerlos a la vida nuevamente como hombres. 

Por último se puede mencionar como un dato curioso el que se tenía la creencia que al igual que en el origen de los tiempos de la creación, ciertos hombres podían transformarse en animales, concretamente en osos. Esto guarda similitud estrecha con algunas de las creencias de las culturas de otras etnias como los apaches norteamericanos.

Se pensaba que había hombres con el poder universal canalizado para transformarse en osos y aquejar a villas aledañas. Así se justificaban los crímenes o infracciones menores que se cometían en perjuicio de determinadas comunidades y que finalmente quedaban sin resolver.

Se creía además que con un gran esfuerzo y concentración, ciertos hombres podrían revelar su transformación ante los ojos de otros hombres mediante la celebración de rituales específicos y difíciles de conciliar.

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